La Biblia, la Palabra de Dios escrita

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Las Santas Escrituras son fuente inagotable de eterna sabiduría que, por la acción del Espíritu Santo, la Iglesia nos la interpreta, nos la enseña y nos invita a vivirla.

CONCEPTOS FILOSÓFICOS QUE NOS AYUDARÁN A ENTENDER LA NATURALEZA DE DIOS Y LO QUE NOS HA REVELADO III





G. Eternidad / infinito



Preguntas de análisis


*¿Puedes explicar qué es eterno? ¿Entiendes el concepto de eterno?

*¿Puedes explicar qué es infinito? ¿Entiendes el concepto de infinito?

*Entre el concepto de eterno e infinito existe una similitud y una diferencia, ¿puedes identificar cuál es? Explica.



Similitud. Tanto la eternidad como lo infinito poseen un elemento negativo, que niega el principio o el final: no poseen inicio, origen y no tienen fin. Para hablar y entender correcta y adecuadamente sobre el concepto eterno y el infinito hay que tener muy en cuenta estos elementos negativos o que niegan. Es muy importante que se asimile estos conceptos, por eso los voy a estar repitiendo constantemente.



Diferencia. Entre la eternidad y lo infinito existe una gran diferencia. Veamos:

Eternidad: No posee simultáneamente comienzo ni fin (el concepto de “simultáneo” hay que tenerlo muy en cuenta). No se rige por el tiempo, está fuera del tiempo (atemporal) y abarca "todos" los tiempos (pasado, presente y futuro) a la vez; es un ahora sin pasado ni futuro, pues lo abarca todo en un instante actual. Cuando no existía el tiempo él es. Por ello ninguna criatura por más perfecta que sea lo puede abarcar. Sólo es propio del Ser Absoluto »Dios.

Para entender mejor el concepto de eternidad, analicemos las siguientes propiedades de lo que entendemos es el tiempo.

»Tiempo real: el que transcurre objetivamente y es dividido intelectualmente en secuencias y es medido.  Es sumamente importante para entender lo que es realmente el tiempo, es que éste no es otra cosa que la medida de la duración del ser existente; de aquí que el tiempo no existe, es simplemente una concepción intelectual con la que la inteligencia humana divide la duración.

Cuando Dios crea el primer ser, ya éste viene o posee inherentemente, o más exactamente inmanentemente la duración. Y es esta duración en el ser creado que la razón humana puede medir y dividir en periodos. Por ser la medida de la duración, el tiempo, como ya dije, no existe, sino como ente de razón con el que el ser humano divide la duración del ser creado; y porque no es un ente físico o material (por el hecho de no existir) no puede ser afectado por ninguna fuerza de la naturaleza, sino en el ser que posee en sí mismo la duración. De aquí que, cuando se dice que se ha logrado alteral el tiempo en ciertos experimentos, o que en observaciones astronómica se ha logrado observar ciertas variaciones que indican una alteración en el tiempo, lo que realmente se ha observado es una variación en el comportamiento del objeto.

Muchas veces se habla del tiempo como si fuese una fuerza que, aunque intrínseco a la creación, la gobierna y la dirige al estilo y modo de como actúan las cuatro fuerzas de la naturaleza. Por eso se le adjudica al tiempo propiedades físicas como el que es afectado por la gravedad en un agujero negro por ejemplo (incluso que éste se detiene o es curvado por dicha fuerza), o que a la velocidad de la luz también sufre sus efectos, cuando en realidad los efectos de la gravedad y de la velocidad se dan en los objetos o entes que duran. De aquí que, según este principio, si el tiempo puede ser afectado por la gravedad y la velocidad, de igual manera puede ser manipulado para realizar viajes tanto al pasado como al futuro. (Sobre esto he comentado ampliamente en un artículo cuyo enlace he colocado más abajo).



»Tiempo relativo: el que es percibido por el sujeto pensante de modo subjetivo. (De aquí es que, según nuestro estado de ánimo o de distracción, podemos sentir subjetivamente que el tiempo "vuela" o es más lento que una tortuga.)

Según la Teoría de la Relatividad, en un viaje a la velocidad de la luz, en los viajeros se detendría tanto sus signos vitales que, aunque viajen décadas o siglos, casi no sentirían, de modo subjetivo, el paso del tiempo real, sino que sentirían o vivirían un tiempo relativo.


»Tiempo relativo de los seres espirituales creados: los ángeles y el alma humana por su condición de criaturas no pueden abarcar de modo absoluto la eternidad, por eso son sempiternos, es decir, que al ser creados fueron revestidos con una naturaleza espiritual e inmortal, por lo que nunca dejarán de existir. Y por no abarcar la eternidad como lo hace Dios (pues es propio de Él el serlo), podemos hablar de un tiempo relativo (inmortalidad) con referencia a la eternidad de Dios y análogo al nuestro por el que, un espíritu ante la visión beatífica de Dios un momento para él puede representar para nosotros cientos o miles de años; y una hora para nosotros puede representar para un alma en el Purgatorio cien años y para un condenado en el infierno mil años.



Para un estudio más profundo y completo sobre lo que es el tiempo, te refiero al siguiente enlace:  ¿Existe el tiempo? ¿es posible el viaje en el tiempo? *Más abajo, a pie de página, te doy otro enlace.

Ahora bien, se está propagando (entre los católicos) la idea de que como el tiempo, tal y como lo conocemos en este mundo físico no existe en la eternidad de Dios, los que mueren y alcanzan la gloria eterna, “despiertan” ya resucitados con su cuerpo glorioso en la resurrección final. Como el tiempo es inexistente en la eternidad, lo lógico es que quienes mueran también participen de dicha eternidad. Pero como a las criaturas (espíritus puros creados --ángeles--, alma humana) absolutamente les es imposible abarcarla, dicha eternidad en ellas es relativa, no absoluta, pues, como ya se ha demostrado la eternidad absoluta es propia de Dios. Es por eso que la existencia de los espíritus puros creados y el alma humana que participan (o van a participar) en el más allá, a su estado la teología la llama sempiterna por el que se indica que tal ente tuvo principio pero no tendrá fin. (Para una definición general de sempiterno, aquí).

Por consiguiente, la descripción e interpretación que aquí daré se basa en el hecho de que, como ninguna criatura puede abarcar la eternidad y como todos sus movimientos (alabanzas al Creador, actos de amor, comunicación entre los espíritus…) no están en un acto eterno (que es propio de Dios), son movimientos medibles de un modo análogo a como se mide la duración en el mundo físico, aunque perceptible de manera muy distinta a como se percibe el tiempo (la duración) en este mundo.


De aquí que no tendría razón ni sentido, después de la muerte, el aparecer ya con el cuerpo resucitado en el juicio final como consecuencia basada en la ausencia de tiempo según se percibe en este mundo. Teológicamente sería una negación de la doctrina de la Comunión de los Santos (comunión que se da entre la Iglesia triunfante --la que está en el cielo--, la militante --la que está en la tierra-- y la purgante --la que está en el Purgatorio--). Pues si después de la muerte se “despierta” en el juicio final ya resucitado, no puede haber intercesión de los santos ya que dicha creencia da a entender que los que mueren ahora quedan dormidos en el sepulcro hasta el juicio final (doctrina protestante). Si la doctrina oficial de la Iglesia Católica enseña que hay comunión entre los que aún vivimos con los que están en el Purgatorio y los que están en el cielo, es porque se da un lapso medible de duración que puede ser perceptible, aunque de modo diverso a como percibimos nuestra duración. Recuerda que esta interpretación y descripción se basa en la imposibilidad absoluta de que las criaturas puedan abarcar la eternidad, que es propia de Dios. Es decir, según esta realidad y la doctrina de la Comunión de los Santos y la del Puegatorio, después de la muerte hay un "tiempo", aunque relativo, de espera y de modo conciente ya en el Cielo, el Purgatorio o el Infierno antes de la resurrección y el juicio final.


Infinito: Aquello que en absoluto no puede ser medido ya en tiempo (la misma eternidad), en grandeza, sin límites.


En Dios sería de modo absoluto todas sus perfecciones (ejemplo: El amor de Dios es eterno en cuanto a su existencia, e infinito en cuanto a grandeza); en las criaturas de modo relativo: muy grande, incontable, un valor que no puede ser medido, pero limitado por el tiempo y el espacio.



*La materia o el universo, ¿es eterno? ¿es infinito?
*El espacio en el que está localizado el universo, ¿es eterno? ¿es infinito?

Para poder llegar a un juicio acertado, veamos el siguiente ejemplo: Se dice que los números son infinitos, luego ¿existe un número en concreto que sea infinito? Una cosa es que haya un número infinito y otra, muy distinta y conforme a la realidad, es que tiendan a lo infinito; igualmente podemos decir de una recta la cual tiende a lo infinito. Haz el siguiente ejercicio intelectual: piensa en un número infinito, si dices que pensaste en él ya no es infinito, pues el elemento de negación (sin fin) niega la existencia de tal número, pues un número infinito no existe ni puede ser pensado, ni mucho menos por entes finitos y temporales.

Si entendemos que el concepto "infinito" niega la existencia ya de un principio o de un fin, tal negación rechaza la existencia de un ente físico que pretenda poseer tal cualidad. Luego no existe ni puede existir un número en concreto infinito ni una recta infinita ni ningún ente físico que sea infinito.


Por tanto, lo que es medible (en tiempo-duración »sucesos, cambios; y en espacio »longitud »distancia, tamaño) no puede ser eterno ni infinito.



Puesto que no teniendo un comienzo o un final, ese comienzo y ese final o término no existen ni pueden existir. Si no hay comienzo o si no hay final, no existen; y no pueden existir pues todo lo que tienda a lo infinito sin serlo jamás y por toda la eternidad llegará, pues ese final no existe en la realidad corporal; y todo lo que no tenga inicio o comienzo no puede existir hoy, pues ese comienzo o inicio enmarcado en la eternidad no existe; luego los seres contingentes a los que se les pretenda adjudicar un origen eterno e infinito, la razón y el sentido común nos señala que hoy no pueden existir.


Es por eso que la Teoría de la Relatividad de Einstein le otorga, junto con la materia y la energía, un punto de inicio al tiempo-duración y unos límites al espacio el cual se expande junto con el universo.

Repitiendo para que se quede bien grabado y se pueda entender, el concepto "no tiene principio" o "no tiene fin" es un concepto negativo (que niega una realidad: su origen o su término o final); luego si ese principio y ese final no existen en la realidad (debido a que no hay un comienzo, no hay un origen, no hay un inicio, no hay un final), no pueden darse seres contingentes que existan desde la eternidad y que sean infinitos en propiedad, ya que tales atributos que niegan e indican la no existencia de un comienzo, niegan también la existencia de un ente físico y contingente al que se le quiera adjudicar tales propiedades. Luego un universo eterno no puede existir.

Pues el principio de no comienzo y sin fin, niega y rechaza la existencia de ese origen o final. Luego no existe y no puede existir un ente físico, de este mundo que no tenga origen o final.

Esto es pensamiento filosófico.

Y así el pensamiento humano se va agudizando, va entendiendo y ampliando para ver la verdad y realidad objetiva según se va familiarizando con el objeto conocido y estudiado.

Para llegar al significado correcto de todo esto, lo importante no es solamente conocerlo, sino entenderlo, asimilarlo; hacerlo uno contigo intelectualmente.

Por eso, la conclusión a la que llega Stephen Hawking -uno de los más grandes físicos y cosmólogos de nuestro tiempo- es, aunque científicamente correcta como hipótesis, falsa al asegurar que Dios no puede existir cuando afirma (en un documental) que “como el tiempo mismo surgió en el momento del Big Bang es un acontecimiento que no puede haber sido causado o creado por nadie ni por nada”. Y así asegura que, “finalmente encontramos algo que no tiene una causa, porque no existía un tiempo en el que pudiera existir una causa. Para mí esto significa que no existe la posibilidad de un creador, porque no hay un tiempo en el que pueda haber existido un creador”. Vemos cómo una mente tan brillante, como la de este gran físico, puede equivocarse en su definición de Dios, al desconocer la naturaleza de Dios, al identificarlo como un ente regido por el tiempo. Dios, de hecho, no puede existir en el tiempo, como lo están las criaturas, pues él es eterno. De existir y regirse por el tiempo Hawking tendría razón al afirmar que Dios no existe. Pero como la esencia de Dios es existir, y su existir es un presente eterno fuera de esta dimensión física, puede existir fuera de todo modo o tipo de tiempo; luego, de hecho, pudo y puede existir antes del comienzo del tiempo. Lo que sí Hawking ha probado, desde el punto de vista científico, es que el universo no es eterno, luego tuvo un origen y, como lo que no existe no puede darse él mismo la existencia, tiene que haber una Causa que lo haya creado. Por consiguiente, Dios sí existe. (Sobre Hawking y algunas de sus ideas, enlaces más abajo).



Resumen:



Sé que estoy repitiendo los conceptos, pero esto hay que dejarlo lo más claro posible para poder entender dos grandes verdades:

a. La imposibilidad absoluta de la existencia de seres temporales y contingentes desde la eternidad e infinitos (entes regidos y que poseen intrínsecamente la duración);

b. la absoluta posibilidad real de la existencia de un Ser que sí y en sí mismo puede contener y abarcar la eternidad y lo infinito, si lo entendemos y lo “ubicamos” donde le corresponde por naturaleza: fuera del entorno físico-tiempo-espacio (es decir, Dios no es un ente físico, ni se rige ni es regido por el tiempo ni ocupa espacio).

Es curioso y contradictorio el modo cómo lo ateos razonan estos temas. Primero niegan la existencia de Dios porque no pueden concebir un ser consciente y atemporal que exista desde la eternidad, pero no ven nigún conveniente el admitir que el universo inconsciente y temporal sea eterno.



Por eso la importancia de entender que el concepto de eterno indica y señala un estado existencial donde el principio y el fin, el tiempo y el espacio no existen; luego es un estado que en absoluto no puede darse en la realidad temporal por la contingencia que la envuelve. Pero sí en la realidad o dimensión espiritual por no estar limitado por el espacio y el tiempo.



Para que tengas una idea: antes de que Dios creara el mundo físico sólo existía el estado o dimensión (si así lo podemos llamar) espiritual. De aquí que Dios no estaba en ninguna parte, pues no existiendo lugar donde ubicarse, pues Él no posee límites pues es infinito en grandeza, no hay lugar donde Él pudiera estar. Luego Dios no puede ser definido ni entendido desde nuestra percepción temporal y física. Sólo podemos conocer de él lo que se ha dignado revelarnos por Divina Revelación (conocimiento próximo y perfecto); y lo que podemos conocer indirectamente por la creación (conocimiento remoto e imperfecto) por los argumentos convergentes y convincentes gracias a la razón.

El concepto de infinito puede indicar un estado de comienzo sin fin (los números y la recta que tienden a lo infinito) o fin sin comienzo (el concepto de triangularidad que hoy entendemos, pero en cuanto a concepto, ¿cuando empezó a existir?

También lo infinito define lo que es simultáneamente sin principio y sin fin (como la eternidad, que se puede definir también como el estado de infinitud absoluta).

Ya se ha mencionado que la eternidad es propia de Dios. ¿Cómo? Veamos: 

Hemos visto (y espero que pueda ser entendido) que la eternidad por sus implicaciones no puede, mejor dicho es imposible que se dé de modo absoluto en la realidad temporal. No pueden en absoluto existir seres temporales y contingentes que sean eternos e infinitos, como ya hemos visto, por la ausencia absoluta de un comienzo y de un final.

Es una verdadera contradicción: o son temporales y contingentes o… simplemente no pueden existir.

Luego ¿puede existir un ser que sea eterno en su existir e infinito en perfección y grandeza?

Si razonamos y comprendemos que los seres contingentes no son ni pueden ser eternos y hoy existen; y siendo que los seres no existentes no pueden, es imposible que se den ellos mismos la existencia (lo que es nada, nada puede hacer para existir), es lógico y razonable entender, que si hoy son es porque alguien tuvo que haberlos creado; haberles dado el ser y, por consiguiente, el existir.

Ahora bien, ya que el “no ser” es de un modo infinitamente incapaz de darse el ser a sí mismo, el paso del “no ser” al “ser”, de la no existencia a la existencia requiere de un poder que le sea de algún modo superior.

Sólo un ser de naturaleza eterna e infinita puede crear y dar el ser a lo que no era, y el existir a lo que no existía.

Luego ¿puede existir un ser con esas cualidades?

Sí. Si se “ubica” donde le corresponde: fuera del espacio-tiempo. Es decir, en el estado espiritual donde el espacio, el tiempo y lo material no existen. Las definiciones que se han dado hasta ahora de lo que es la substancia espiritual y lo que a continuación es el Ser Absoluto, nos dará la respuesta: de un modo claro y luminoso, o de un modo no tan claro, pero algo entendible, o incomprensible. Todo dependerá de qué tan dispuesto se esté para razonar, asumir y asimilar la información, y la cantidad de prejuicios que se posea que pudieran deformar o alterar las ideas.

Por consiguiente, el rechazo total y absoluto de entes contingentes y temporales eternos e infinitos no va contra la lógica ni la razón, todo lo contrario; de igual modo la existencia de un Ser eterno e infinito según definido y conforme a los argumentos evidentemente convincentes y convergentes, es lógico y razonable que exista. De no existir, nada de lo que hoy existe hubiera existido.


H. Ser Absoluto y ser contingente



Como hemos visto hasta ahora los seres son todo cuanto existe, ya sea en el orden físico, en el orden metafísico, espiritual y sobrenatural.



Y si existe tal ser, éste puede ser conocido, ya directamente por los sentidos externos o indirectamente por el entendimiento, que se vale de los sentidos internos en cooperación con los externos.


También están los seres de razón que solamente pueden ser conocidos por los entes racionales e intuitivos. Son entes que, aunque su substancia no es física ni espiritual, son esenciales para el conocimiento intelectual y para poder conocer entes existentes que no pueden ser conocidos de un modo directo; y para explicar y entender verdades (tanto físicas como espirituales) que escapan a un conocimiento directo de los sentidos externos.

Ahora bien, el “ser” puede ser absoluto o contingente. De hecho, para que existan los seres contingentes, tiene que existir un ser absoluto que dé razón de ser a los otros.

Ser Absoluto: El Ser Absoluto es el que abarca todas las perfecciones del ser en grado infinito: absolutamente sin límites; que agota todas las cualidades y perfecciones del ser en una sola y única substancia indivisible. Por lo que no deja espacio para otro ser absoluto. Luego como ente es único.



El Ser Absoluto no se rige ni es regido por el tiempo, de ser así, no sería el ser Absoluto, pues estaría limitado por los movimientos, sucesiones y transformaciones que implica ser regido por el tiempo; ante él el pasado y el futuro no existen, es un presente eterno que con una sola mirada lo abarca todo de la eternidad a la eternidad.



Luego, no se muda ni cambia, él es puro Acto (no como los seres contingentes que pasan de la potencia al acto: un niño es un hombre en potencia; la imagen intelectual del artista está en potencia, una vez la realiza se convierte en acto; los niños y niñas son padres y madres en potencia, una vez conciben y engendran hijos son padres y madres en acto...).

Si analizamos bien las cosas la eternidad, que le es propia y exclusiva, más que un estado es una con su substancia, como una con su substancia es su existir. Dios es el ser infinitamente simple; en él no hay división. (Las divisiones que se hacen en teología son meramente de razón, para poder entender y explicar en sentido humano su naturaleza.)

Si entendemos esto hasta donde nos permita la razón humana (que de hecho podemos entenderlo aunque imperfectamente por nuestra condición de criaturas, y si a eso añadimos el daño producido por la desobediencia, es una gracia de Dios el que nos permita conocer tales misterios) podemos entonces aceptar con plena seguridad, no solamente que él existe y es real, sino que también es eterno: Él Principio sin principio y Fin sin fin.

Luego, el conocimiento de Dios sí es posible. Por eso en todos los pueblos, culturas y civilizaciones, la huella de Dios se ha dejado sentir y ver, aunque de modo imperfecto pero ahí ha estado y estará mientras el ser humano no se cierre a sí mismo y siempre esté abierto a la verdad.

El Ser Absoluto es el ser Necesario, es decir, que es y existe por sí mismo y no necesita de otro para existir, pues él mismo es su propia existencia (aseidad); también porque de él dependen todas las criaturas: materiales y espirituales; y sin él no pueden ser ni existir.

También el Ser Absoluto se basta a sí mismo pues no necesita crear nada para ser lo que es. Dios es infinitamente libre, y si ha creado ha sido por su libre decisión y por amor.

Como se ha dicho, los seres temporales (y la misma palabra lo indica) no pueden ser eternos ni infinitos; las sucesiones y cambios temporales que son movimientos medidos por lo que la razón ha llamado tiempo, no puede admitir un principio sin principio, pues si este principio no existe, no existirían los seres temporales; luego si hoy existen es porque sí existe un principio, un comienzo que, como lo que no existe no puede darse él mismo la existencia (pues no es, no existe), tuvo que haber comenzado a existir por la intervención de un ente con el poder de crear y dar el ser a lo que no es; y ese ente creador es Dios.

Vuelvo y repito, espero que con estos conceptos se pueda entender y aceptar que sí existe un ser personal, con conciencia propia, que existe desde siempre; que nunca ha tenido principio ni tendrá fin: de la eternidad a la eternidad Él es.


Seres contingentes: Del latín contingere, acaecer. »Lo que puede suceder o no suceder, lo que sucede, puede desaparecer, no permanece siempre, es corruptible. »Ser limitado y temporal.

»Es causado por otro, es decir, es efecto de otro y no puede, por consiguiente, darse él mismo el ser, por lo tanto, depende de otro para existir. (Ejemplo: un ser vivo que es engendrado por otro ser vivo; una montaña que se forma gracias al movimiento de las placas tectónicas, o un volcán que se forma gracias a la eyección del magma hacia el exterior; un elemento nuevo que se forma en el interior de una estrella por fusión...)

»Necesita de otro para actuar (ejemplo: las aspas del molino de viento necesitan de la fuerza del viento para moverse; un cohete la fuerza y el empuje del motor y el combustible adecuado para elevarse; el alimento en los seres vivos para continuar viviendo...)

»Necesita de las leyes naturales para poder pasar de la potencia al acto (ejemplo: el niño, que es un hombre en potencia, necesita de los mecanismos naturales para llegar al acto de ser hombre; un ave las alas y el viento para volar; un hombre las piernas sanas para caminar.)

»Todo lo creado son seres contingentes.



En filosofía clásica, el ser está dividido en diez categorías: la primera de ellas es la substancia; las otras nueve corresponden a la contingencia y son llamados accidentes: *cantidad *cualidad *relación *tiempo *lugar *situación *condición *acción *pasión.



Estos accidentes son los que, pudiéramos decir, recubren la substancia y les da forma y modo de ser a los entes contingentes.


I. Causa y efecto

Causa: Acto por el cual se da inicio a otro acto (un objeto inmóvil puesto en movimiento por otro objeto), o que da origen a otro ser (un hombre que engendra a otro hombre).

Y así, la causa es la esencia del acto que causa otro acto o que mueve a un ser en potencia al acto. Y así decimos que el viento en movimiento está en acto y es causa esencial para que las hojas del árbol o las aspas del molino se muevan, pasando así de la potencia al acto; el molino que ahora está en acto se convierte en causa esencial que muele la semilla y la tritura.

Pero estas causas aquí definidas son en realidad causas segundas, pues el viento que causó que el molino se moviera, a su vez fue puesto en acto por otra causa; y así sucesivamente.

Todos los seres contingentes han sido causados por otro u otros y puestos en acto (ejemplo: dar la existencia a...).

Si rastreamos hacia atrás en el pasado en busca de la primera causa, no podemos tender hacia la eternidad o lo infinito, pues como ya hemos reflexionado, en el estado temporal no existe ni se puede dar un origen eterno e infinito: o es origen, comienzo, inicio, de lo contrario no existe; hablar como hacen los ateos de la eternidad de la materia para sostener su credo, su fe, su dogma, como un origen sin origen y un comienzo sin comienzo es absurdo; si el mismo concepto de eterno e infinito indica la no existencia de un comienzo u origen, razonamos entonces y entendemos que ese origen o comienzo en la eternidad no existe. Luego la materia no puede ser eterna. O tuvo un principio, por lo que hoy existe, y si no lo tuvo debería hoy no existir.

Si aún no entiendes este principio o concepto, veamoslo de este otro modo, y perdona que lo repita tanto: Cualquier ser contingente, sea cual sea, físico o espiritual al que se le pretenda atribuir una existencia eterna, por el principio de no origen, sin principio, que envuelve el concepto de eternidad, queda automáticamente destruido, aniquilado; luego un ser contingente eterno e infinito no es posible, absolutamente imposible que exista.

Por lo tanto, la búsqueda de la primera causa que dio inicio y puso en acto a las siguientes, nos debe llevar a una Causa incausada o Causa eficiente; una Causa que no fue causada ni depende de otro, pues si dependiera de otro ya no sería la primera causa, sino aquella que es causa de ésta.

Y así, razonando correctamente y conforme a la realidad llegamos a la Primera Causa incausada: Dios. Ahora bien, el Inmanente y Trascendente, por el hecho de ser trascendente a esta dimensión física y temporal, sí es eterno e infinito puesto que no es regido ni se rige por el tiempo ni el espacio.




Efecto: Podemos decir que el efecto es el producto de una causa.


Y así decimos que la harina de maíz o de trigo es el efecto causado por el molino de viento, y éste a su vez fue causado y es efecto del viento.



Si hablamos de la Primera Causa incausada, que es Dios que crea, el efecto se convierte en causas segundas, o primeras causas causadas o esenciales: la substancia creada con la que se forman y construyen todos los entes.


En sentido filosófico cuando hablamos de las substancias segundas o esenciales nos referimos a las que hacen que los seres sean lo que son (ejemplo: hombre, reptil, planta, mineral); la substancia primera define al sujeto concreto individual (ejemplo: Pedro, María, tal caballo, tal planta, tal roca).

Con estos datos también podemos razonar y comprender que los seres contingentes por el hecho de ser causados, no pueden ser infinitos ni existir desde la eternidad.


J. Substancia y accidente

De la substancia ya se ha dicho demasiado, simplemente recordar que la substancia es la parte fundamental de los entes sin la cual no pueden ser ni existir.


Accidente: Del latín accidit »sucede.

Lo que sobreviene, lo que es relativo, a un sujeto primordial (Ejemplo: todas las perfecciones de las criaturas --que son accidentales-- son relativas a la Perfección de Dios --que es absoluta--. En otras palabras: Dios no posee, Dios es --inmanencia--; las criaturas no son, ellas poseen --inherencia--.)

»Lo que no es esencial. (Ejemplo: en la Santa Misa, fuera de la Consagración, todos los demás elementos son accidentales, y la Iglesia --entiéndase la jerarquía: el Papa y los obispos-- tiene el poder de cambiar, alterar, eliminar o añadir según sea necesario -ver: Mateo 18, 18 y 16, 19-. Sólo la Consagración del pan y el vino es absolutamente necesaria, sin la cual no hay Misa.)

»Necesita de la substancia para existir. (Ejemplo: color, sabor, olor, sonido, textura. Todos estos son formas accidentales del ser y necesitan de la substancia para existir.)

»Todo aquello que reviste la substancia de los entes creados y lo sitúa e individualiza en los diversos estados, situaciones, modos, cantidades y formas en que se pueden hallar. (Ejemplo: Antonio es uno de cinco hermanos; es de piel blanca, es flaco, es alto; vive en Caguas, Puerto Rico; está caminando; se ríe, está enojado, se controla; está comiendo, está estudiando, está sentado, ve televisión...)

»Los accidentes son necesarios para que la substancia actúe y le son propios tan pronto ésta empieza a existir.


Como ya hemos visto en otra parte, cada uno de los diversos estados vendría siendo, con respecto a la substancia, la forma accidental del ser, pero con respecto a su naturaleza específica se constituyen en formas esenciales de cada ente en particular.



Esta parte esencial en la naturaleza de cada ente es de suma importancia tenerla muy claro y precisa, pues tratar de cambiar la esencia de un ser, es tratar de cambiar su misma naturaleza. Luego, no se puede cambiar o alterar a una naturaleza un acto o una función que le es inmanente, propia, por otra totalmente distinta como pretender que el fuego moje o, desde un aspecto moral, que la homosexualidad (que es contraria a la naturaleza por la que se ha constituido la diferencia de género en las especies para su supervivencia) sea natural. Luego, este principio es útil para entender la doctrina moral de la Iglesia, que se fundamenta en verdades naturales y divinas, no en inventos humanos.

Y así, los accidentes son las propiedades del ser que lo define, le da forma y lo sitúa ya en potencia o en acto. Sin los accidentes, aunque existiese la substancia, no existirían los entes ni universales ni los particulares. Con excepción de Dios que no necesita de los accidentes para ser. Los accidentes son propio de las criaturas, no del Creador.


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