De: Católicos firmes en su fe / Por Anwar Tapias
Es común en algunas personas pensar que todas las Biblias son iguales, y que todas contienen el mismo mensaje, por lo cual no ven problema en leer una o la otra como si fuera lo mismo. En este tema intentaré demostrar que no es así. Hay tres principales diferencias que trataremos en este tema:
1. Texto original de donde se traduce
2. Número de libros
3. Traducción de pasajes
1. Texto original de donde se traduce
Lo primero para dejar claro es que la Biblia es una sola, y que como hemos visto en lecciones anteriores, contiene la Palabra de Dios divinamente inspirada. Y por lo mismo, no pueden haber diferentes Palabras de Dios ni diferentes inspiraciones. ¿Qué sucede entonces? Que hay diferentes versiones y traducciones.
La Iglesia Católica toma como su versión oficial, La Vulgata, la cual fue escrita por San Jerónimo en el siglo IV a pedido del Papa Dámaso, debido a las diferentes versiones que circulaban. San Jerónimo se tomó varios años en lograr traducir la Biblia al latín común (de ahí lo de vulgata); con el tiempo la traducción de San Jerónimo fue tomando fuerza hasta que se fue convirtiendo en la versión oficial de la Iglesia.
Podemos encontrar lo siguiente en Mercaba:
En aquellos tiempos la cultura del pueblo cristiano era muy pobre, por lo que éste ni siquiera se planteaba explícitamente tal problema. Muchos ni siquiera sabían leer, y se contentaban con lo que se les leía. Y así, la autoridad cultural de San Jerónimo dio lugar a que se le diera preferencia a la versión de la Biblia que él elaboró, llamada Vulgata por estar escrita en el latín de uso común o latín vulgar.
El uso de la Vulgata acabó por imponerse en el mundo cristiano y fue avalado por el Concilio de Trento (siglo XVI) en gran parte con motivo del surgimiento del protestantismo. El hecho fue que el Magisterio de la Iglesia decidió aceptar y declarar como auténtica una determinada versión de la Escritura, y eligió la versión de la Vulgata.
¿Tenemos hoy día copia de la Vulgata? Actualmente se dispone de un manuscrito, el más antiguo sobre la Vulgata, el códice Amiatinus, que actualmente se encuentra en la Biblioteca Laurentina de Florencia.
Los protestantes utilizan una versión llamada Reina Valera. Tiene ese nombre debido a que fue Traducida por Casiodoro de Reina y revisada por Cipriano de Valera. Es interesante notar que en sus primeras dos versiones, se mantenían los libros deuterocanónicos traducidos en la Vulgata, pero después de la primera revisión de Valera, fueron quitados.
El documento base para traducir esta versión de la Biblia es el Textus Receptus, el cual fue escrito por Erasmo de Roterdam (católico), quien intentó basarse en manuscritos antiguos de primera mano, pero no contó sino con dos, y a partir de ahí escribió su Nuevo Testamento.
Lo interesante es que los protestantes en su mayoría basen su Biblia en el Textus Receptus, hoy día enfrenten tantas divergencias sobre el tema y no se ponen de acuerdo sobre este uso. Por ejemplo miremos la Reina Valera en 1 Jn 5, 7:
"Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno".
Si uno busca esa misma cita en una versión diferente no la encuentra, y lo peor es que Erasmo tampoco la colocó sino que fue añadida posteriormente. De todos modos tanto la Reina Valera como la King James, versiones protestantes la tienen.
2. Número de libros
Otra de las grandes diferencias que se tienen son los número de libros. La Biblia Católica tiene 73 libros mientras que la protestante tiene 66.
Los libros de diferencia son llamados deuterocanónicos.
La palabra deuterocanónicos viene del griego deuteros que significa segundo y canon que significa regla de medir. Llevan este nombre porque aparecieron después del primer conjunto de libros sagrados de los judíos. Pero no hacen parte de un canon distinto. Además, la palabra apócrifo usada por los protestantes significa escondido, oculto, y estos libros no están ocultos, y este nombre fue dado por ellos no por los católicos.
Es sabido que a ningún ser humano se le ocurrió escribir todo lo que Dios fuera manifestando en el tiempo. Sólo con mirar el inicio del Evangelio de Lucas o el prólogo griego del Eclesiástico[1] se puede apreciar que Dios se valía de lo que escribían estos autores para mostrar su Revelación; ellos mismos no eran conscientes que estaban siendo usados por Dios para llevar un mensaje.
Ni el mismo Jesús mandó a escribir sus enseñanzas, sino que mando a predicarlas. Si se observa sólo cinco Apóstoles escribieron: Mateo, Juan, Pedro, Santiago y Judas, pero los doce predicaron. Todos los acontecimientos en los que Dios era protagonista fueron siendo transmitidos oralmente de generación en generación. Es importante resaltar que el tiempo que transcurría entre los hechos narrados en la Biblia y su fecha de escritura distaba de varios siglos, por ejemplo, la Torah.
Los protestantes argumentan que el Canon Sagrado del Antiguo Testamento contiene 39 libros, basados en el canon del Concilio de Jamnia alrededor del 80 - 100 D.C, donde sólo incluyen los textos originales en hebreo. Esta fue la versión que tradujo Martín Lutero al alemán en el siglo XVI. Por su parte la Iglesia Católica ha mantenido que son 46 libros por dos mil años; argumentos basados en la Septuaginta usada en la época de Jesús, la carta de San Inocencio, el Concilio de Cartago en el 391, La Vulgata oficial de San Jerónimo ¿Quién dice la verdad?
FORMACIÓN DEL CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO PALESTINENSE
¿En qué momento se decide escribir lo que está en la Biblia? Hay diversas razones si analizamos las fuentes humanas que redactaron estos libros. Según los estudiosos modernos, la Torá (hebreo) o Pentateuco (griego) tiene cuatro fuentes: la yahvista, la elohista, la deuteronomista y la sacerdotal[2]. Todas surgen en momentos históricos diferentes, lo que demuestra que lo que un autor escribía no se consideraba infalible y consumado si no que estaba propenso a adiciones; un ejemplo son los dos relatos de la creación del Génesis distanciados casi 500 años entre sí, escrito uno en la época de Salomón, y el otro después del destierro[3].
Dentro del canon del Antiguo Testamento se pueden apreciar tres divisiones importantes o la Triple división[4]: La Ley, los Profetas y los Hagiographa[5]. Cada una de ellas se gesta en épocas muy precisas dentro de la historia de Israel, y así mismo tienen un orden de importancia diferente.
El primer lugar lo ocupa la Ley[6], formada por los cinco primeros libros de la Biblia; encontrándose aquí la Ley dada por Dios a Moisés. Estas ordenanzas que agrupan entre otras: el Decálogo, las leyes civiles, la ley del culto, dejan ver la estructura social y religiosa de Israel hasta la época del Destierro. Esta Escritura será lo mas sagrado para el israelita. En el nuevo Testamento será llamada: La cátedra de Moisés
En segundo lugar vienen los Profetas, dividiéndose en anteriores y posteriores, los anteriores son los libros históricos: Josué, Jueces, Samuel, Reyes, entre otros. Y los posteriores se refieren a los profetas mayores[7]: Isaías, Jeremías y Ezequiel, y los doce profetas menores.
Por último están los “otros escritos” que agrupan libros como: Eclesiastés, Salmos, Proverbios, etc. Estos libros han sido discutidos en cuanto a su separación de los proféticos, y George Reid escribe en su Canon sobre el Antiguo Testamento: “A pesar de las diferencias de fechas, los críticos concuerdan en que la distinción entre los Hagiographa y el Canon Profético es esencialmente cronológica. Se debe a que los Profetas ya habían formado una colección cerrada a la que no tenían acceso Rut, Lamentaciones y Daniel, aunque pertenecieran naturalmente a ellos y, consecuentemente, tuvieron que aceptar un lugar en la formación más nueva, los Kéthubim”[8]
La importancia de la Ley por encima de los otros libros se aprecia en Deu 11, 18-21, Aquí Moisés habla en nombre de Yahvé diciendo:
Enseñad a vuestros hijos a meditarlas(la ley) ... Las escribirás sobre los postes y las puertas de tu casa; a fin de que se multipliquen tus días...
En este texto vemos como el judío toma conciencia de la importancia de la Palabra de Yahvé y además de transmitirla oralmente, empieza a escribirla en postes y las puertas. Con el tiempo estas palabras o frases fueron siendo redactadas en textos más largos y que empezaron a mantenerse dentro del servicio de los levitas. Tanto así que en 2 Re 22, 8 El sacerdote Helcías encuentra el libro de la ley. Las suposiciones de los teólogos e historiadores, es que esta ley es el Deuteronomio. La verdad es que el simple hecho que los israelitas se impresionen con este hallazgo, incluso el mismo sacerdocio judío, y la posterior profesión de fe del pueblo hacen pensar que antes de esto(621 A.C) Israel no poseía una codificación de leyes que respetaran como transmitidas por Moisés e inspiradas por Dios.[9] Aunque algunos autores tradicionalistas citan textos como: (Ex 24, 4), (Ex 34, 27), (Deu 30, 10), (Deu 31, 9), (Jos 1, 8); no es históricamente demostrable que se tratase del Pentateuco en toda su extensión.
Entonces se ve como el pueblo utiliza este libro para mantenerse fiel al pacto hecho con Dios. Y así se van adicionando otros libros hasta formar todos los libros de la Biblia hebrea para que finalmente, el pueblo cuente con una serie de libros sagrados.
Se debe aclarar que la Biblia hebrea sale de la fe de Israel no al revés como muchas iglesias protestantes, que salen de la Biblia siendo que esa misma Biblia salió de la Iglesia de Cristo. Aun cuando queda claro que debía existir un ente rector que separara la literatura divina de la humana.
En cuanto al género profético, si se puede decir que se contaba con un conjunto de libros de este género. El profeta Daniel en su libro declarará[10] que investigó las profecías de Jeremías
Se puede decir que el profeta Esdras y el gobernador civil Nehemías son los encargados de darle forma definitiva a los libros que hasta ese entonces se consideraban inspirados. Esto se puede ubicar en el siglo V, razón por la cual los protestantes creen que hasta aquí se cierra la inspiración del Espíritu Santo.
Los argumentos utilizados para afirmar esto se basa en tres documentos esenciales:
Un libro escrito por Josefo Flavio “Contra Apionem” donde expresa que para la época del Rey Artajerjes Longaminus, ya los judíos contaban con un canon cerrado de 22 libros. (1, 7-8). La época de este hecho es contemporánea a Esdras y Nehemías.
El cuarto libro de Esdras. Este apócrifo revela que Esdras estuvo durante cuarenta días dictando los 24 libros inspirados. Esta cifra concuerda con los de Josefo si se toman dos libros juntos en los libros dobles.
El libro segundo de los Macabeos (2, 13-15) data que Nehemías organizó la literatura judía.
Además de estos argumentos, el Talmud Babilónico revela hacia finales del siglo primero que los libros canónicos para los judíos eran 24, confirmando lo que decía el libro de Esdras y Josefo.
El punto católico que admite que Esdras organizó la literatura judía no concibe que Esdras cerrara el Canon judío como dicen los protestantes, ya que los argumentos tomados revelan un conjunto de libros canónicos hasta ese momento, mas no un mandato divino que mandara a Esdras a cerrar el canon. Esta posición se refuerza por la siguiente contradicción: ¿Si Esdras cerró el canon por qué libros como Nehemías, Esdras, Crónicas[11] que surgen mucho después de su muerte son incluidos en el canon?[12]
De todos modos, el proceso de formación del canon judío palestinense fue largo y no se definió hasta entrado el Siglo .II D.C
LA DEPORTACIÓN A BABILONIA
Cuando el pueblo de Israel entró a Canaán estuvo rodeado de muchos pueblos paganos que adoraban otros dioses. Yahvé les advirtió que no se pervirtieran en pos de dioses ajenos, si no que se mantuvieran fieles a Él, porque si no los llevaría a tierra desconocida. Es el hecho de la deportación a Babilonia por el Rey Nabucodonosor anunciada en el Deuteronomio:
El Señor te transportará con tu rey, que habrás establecido sobre ti, a una nación que ni conoces tú ni tus padres, en donde servirás a dioses extraños, al leño y a la piedra (Deu 28, 36)
Al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, y a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y a la gente mas pobre, los transportó Nabuzardán, general del ejercito, a otra parte. (2 Re 25, 11)
Israel fue deportado a Babilonia entre el 586 al 538 AC y el templo de Jerusalén fue destruido. Esto como consecuencia de sus malos actos. En esos momentos en que no disponían de templo fue cuando surgen los escritos sacerdotales, dándole realce a las ceremonias y ritos basados en los textos sagrados.
Cuando Ciro I, emperador del Imperio Persa permite el regreso a Israel, no todos los judíos regresaron allí; algunos fueron a Egipto o Grecia. Entonces empiezan a existir los judíos de Israel y los judíos griegos.
En Israel empieza un clamor por considerar los valores propios del pueblo, por restablecer el culto a Yahvé y se empieza la reconstrucción del templo.
Es con el destierro que los judíos tratan de organizar su literatura divina, y es de gran importancia la labor que en este sentido desarrollaron Esdras y Nehemías. El mismo libro de Nehemías relata como se llevó al pueblo a escuchar la ley y prometer cumplirla siempre[13].
Este acontecimiento de la deportación abrió un gran horizonte para el desarrollo mismo de la literatura judía ya que el pensamiento de los judíos griegos era muy abierto por la influencia helénica, lo que les daba una visión total de la revelación de Dios, no encasillándola a un sitio y una lengua como suponían los judíos palestinenses.
LA SEPTUAGINTA O LOS LXX
Durante el esplendor de Alejandría, el Rey Ptolomeo Filadelfo deseaba tener toda la literatura de todas las religiones del mundo en griego y según la historia designó setenta traductores para traducir los libros usados por los hebreos(de ahí el nombre de Septuaginta). La traducción llevó los 39 libros hasta ese entonces reconocidos por los judíos. Esto puede datarse entre el 285 a 246 A.C (periodo de Ptolomeo)
Muchos protestantes aluden que después de Malaquías(el último libro del Antiguo Testamento hebreo) no existió revelación en Israel hasta Juan Bautista porque Dios apartó el Espíritu. Por lo tanto cualquier literatura que circulara después de esto se consideraría apócrifa. Jesús, sin embargo nos deja una luz sobre esto. El dirá que hasta Juan llega la Ley los profetas(Lc 16,16). No expresa nada sobre que hasta Malaquías y después sólo Juan hablarían en nombre de Dios.
Después del destierro, los judíos perdieron su lengua hebrea(135 A.C) y empezaron a hablar arameo. Entonces, cuando se quiere establece un canon hebreo ya no existe lengua hebrea. Los libros deuterocanónicos aparecen después de que se diera la Septuaginta, con los textos originales en griego, aunque algunos tienen los originales en hebreo Y SIN EMBARGO NO LOS QUIEREN RECONOCER, ellos son siete:
*Tobías *I y II Macabeos *Judit *Eclesiástico *Baruc *Sabiduría
Además de esto, ciertos fragmentos de libros utilizados en esa época como Daniel y Bel o la historia de Susana, Ester, entre otros, fueron encontrados en griego y se adicionaron a la Septuaginta, pero la versión hebrea no los incluyó, por ser de origen griego
Entonces como estos libros tenían sus originales en griego, los judíos alejandrinos simplemente los agregaron a la Septuaginta, quedando está en 46 libros como tenemos los católicos actualmente. Pero recientemente se ha encontrado documentación sobre que es probable que I Macabeos, Judith, Tobías y Eclesiástico sí hayan tenido un original hebreo o arameo[14]. Esto simplemente daría mayor fuerza al lado católico de dejar en 46 los libros inspirados.
De todos modos, la Septuaginta completa utilizada por los judíos alejandrinos contenía más de 39 libros, e incluso rompió el orden que tenía la versión hebrea, lo que demuestra que hasta entonces la ordenación hebrea no era infalible.
La Septuaginta no hacía distinción entre proto y deuterocanónicos. Todo el rollo completo tenía todos los libros, y mantenían el mismo valor que los demás libros.
¿QUÉ CONTIENEN LOS DEUTEROCANONICOS?
Predispuestos con la ubicación de estos libros, los protestantes se han tomado la tarea de buscar evidencias que pongan en tela de juicio la inspiración divina de los mismos. Han tratado de desvirtuar su contenido con frases textuales sacadas de ellos y exponiéndolas fuera de su contexto; así bajo esta regla hasta los libros de la Biblia hebrea perderían su inspiración divina.
Tobías: Este libro nos narra la historia de Tobías, un judío del norte de Palestina, de la tribu de Neftalí, desterrado a Asiria. Llega a ser administrador del Rey pero sigue siendo el mismo lleno de amor por los pobres e incluso a exponer su vida por esto. El personaje de fondo es Tobit, el padre de Tobías, que muestra su amor por educar a su hijo en la ley de Dios.
Este junto a Macabeos es la principal piedra en el zapato de los protestantes, por el siguiente verso: “Sepan entonces que, cuando tú y Sara rezaban, yo presentaba tus oraciones a Dios” (Tob 12,12).
Bajo esta frase, la doctrina de la intercesión de los ángeles y santos quedaría fortalecida.
Aun más, si se observa Apocalipsis 8 donde se dice: “... se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer ... las oraciones de todos los santos, se elevó de las manos del ángel a Dios”. (Ap 8,3-4).
Esta conexión presente entre Tobías y Apocalipsis llevó a Martín Lutero a considerar el Apocalipsis como un libro apócrifo e intentar sacarlo del canon del Nuevo Testamento. Lutero debió ser muy astuto para intentar buscar en el Nuevo Testamento cualquier cita que apoyara los deuterocanónicos para querer sacarlos también del Canon. En los otros libros se observará que él hace lo mismo.
Pero lo que arguyen los protestantes es que estos libros se contradicen con los otros. Veamos si es verdad:
En 1Sam 16, Samuel busca a David para ungirlo porque el espíritu de Dios vive en él. A Saúl lo atormenta un espíritu malo que supuestamente viene de Dios (esto sí que pareciera contradictorio a Dios), entonces le envían a David al rey Saul, y dice la Palabra:
“Cuando el espíritu de Dios atormentaba a Saúl, David tocaba la cítara y Saúl encontraba calma y bienestar, y el espíritu malo se apartaba de él.” (1 Sam 16,23)
En Tobías se aprecia una historia similar: Sara se ha casado varias veces, y todos sus maridos han muerto por la presencia de un espíritu malo; el ángel Rafael le dice a Tobías que tome un pescado, le saque el hígado, la hiel y que al quemarlo el espíritu malo desaparecerá: “Si se quema el corazón o el hígado del pez ante un hombre o mujer atormentados por un espíritu malo desaparecerá para siempre”. (Tob 5, 8)
Entonces, si dicen algunos protestantes, que esto es brujería, que no es bíblico, tampoco sería lo de David. En conclusión, el lector se dará cuenta, que son costumbres del pueblo judío. No significa que esto sea antibíblico.
Otro argumento usado contra Tobías, lo aprecie de un libro protestante (y cualquier artículo evangélico sobre este tema lo usa) donde criticaban este verso: “... la limosna libra de la muerte y purifica todos los pecados” (Tob 12, 9)
Dice un artículo de la página www.geocities.com/athens/oracle/5136/index.html que esto es un mensaje de salvación falso.
A simple vista parece que los pecados fueran borrados no por el poder de Dios sino la limosna. Pero si miramos el verso dentro de su contexto veremos que el ángel Rafael en el versículo 7-8 dice: “Practiquen el bien, porque así nunca les alcanzará el mal. Es buena la oración con ayuno, limosna y justicia.... es mejor dar al pobre que amontonar tesoros ...”
Como se ve, el autor está comparando el dar a los pobres con el amontonar tesoros; y de aquí muestra cual de los dos actos purifica mas y libra de los pecados. No es en sí el dar limosna, pero comparado con amontonar tesoros, lo primero le agrada más a Dios. Además completemos esto con otro texto: “Por eso, rey, acepta mi consejo: borra tus pecados con obras de justicia y tus maldades con obras de misericordia con los pobres”. (Dan 4,24)
¡Caramba!. ¿Será que Daniel, el que profetiza sobre Cristo en el capítulo 7, está suplantando su obra redentora por las obras con los pobres?. Para poder tomar una cita aislada de la Biblia se debe asegurar que otro texto no contradiga supuestas afirmaciones ya que en verdad LA PALABRA NO SE CONTRADICE. Además, cuando la Iglesia aun no ha apostatado como dicen los protestantes, Policarpo de Esmirna en el siglo II, discípulo del apóstol Juan escribe en su carta a los filipenses: “Cuando puedan hacer el bien, no lo posterguen, pues la limosna libera de la muerte”
Será que Policarpo se equivocó y referenció un libro NO INSPIRADO. Mas bien se debe dudar hombres aparecidos hace unos cuantos siglos.
Y para ser mas exactos la primera carta de Pedro dirá: “porque el amor cubre o disimula multitud de pecados”[15] ¿Será que dirán que esto también es un mensaje de salvación falso?
1 y 2 Macabeos: Los libros que existieron de los Macabeos fueron cuatro pero la Iglesia sólo reconoció dos de ellos como inspirados por Dios. La historia de estos libros se desarrolla en el segundo siglo antes de Cristo(175-135) cuando una familia al mando de Judas Macabeo, lucha por la libertad del pueblo judío, y más de su religión. Se vuelve a advertir que el punto álgido con los protestantes es la oración a los muertos, que fortalecería la doctrina del Purgatorio, pero cabe resaltar, que esta doctrina no está soportada solo en este versículo: “... y rezaron al Señor para que perdonara totalmente ese pecado a sus compañeros muertos”. (2 Mac 12, 42).
Según esto, si se ora por los muertos, Dios perdonará sus pecados. Realmente no existe otra cita en la Biblia que muestre lo mismo, pero el sentido de este artículo no es explicar el purgatorio, sin embargo se muestra a continuación el pensamiento de un autor protestante sobre la oración a los muertos: "Claro que oro por los muertos. La acción es tan espontánea, tan inevitable, que sólo el caso teológico más compulsivo contra ella podría detenerme. Y apenas sé cómo podría sobrevivir el resto de mis oraciones si las que son por los muertos fueran prohibidas. A nuestra edad, la mayoría de los que más amamos están muertos. ¿Qué clase de relación podría tener con Dios si no pudiera mencionarle lo que más amo?". C.S.Lewis. Cartas a Malcom.
Pero como esto no los haría cambiar de opinión, igual que en Tobías, han buscado citas para desprestigiar los libros. Por ejemplo en 2 Macabeos 15: “Si la narración ha sido buena y bien dispuesta, esto es lo que he deseado; mas si ha sido mediocre e imperfecta, es porque no podía hacerla mejor”. (2 Mac 15,38).
Según un libro protestante, esta cita hace dudar de la verdadera inspiración del autor, pero yo creo que siendo sincero el autor realza más su labor de escritor. Pregúntele a un protestante si el Espíritu que inspiro a los autores de Crónicas fue diferente al que inspiró al de Proverbios, sólo porque uno recopila datos históricos, mientras que el otro indica lo que agrada a Dios.
Otra cita usada se encuentra en el capítulo 14 donde el autor protestante[16] dice que aquí se exalta el suicidio. Pero leamos lo que realmente dice: “Los paganos que habían huido de Judea por temor a Judas, acudieron muy numerosos a Nicanor, pensando que las desgracias y la derrota de los judíos serían victorias para ellos”.(2 Mac 14,14)
¿En una época como la de los Macabeos, a que pueblo no le agradaría que sus enemigos sean vencidos? No se observa ninguna exaltación como quieren hacer ver.
Se puede intentar hacer el mismo análisis que en Tobías para ver que cita del Nuevo Testamento la refuerza, y si COINCIDENCIALMENTE Lutero lo saco del canon del Nuevo Testamento: Dave Amstrong en su artículo sobre los deuterocanónicos(traducido por Luis Perez)[17] hará un paralelo entre (1 Cor 15, 29)y (2 Mac 12, 44):
1ª Corintios 15:29 De no ser así ¿a qué viene el bautismo por los muertos?. Si los muertos no resucitan en manera alguna ¿porqué bautizarse por ellos?
2ª Macabeos 12:44 Pues de no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos.
En la cita de Pablo, el término “bautismo” connota expresamente penitencia o aflicción(ver Mc 10, 38-39) y está indicando las oraciones que la Iglesia primitiva hacia por los muertos(por los que se podía orar)[18]. Pero como esta cita puede ser entendida de un modo diferente, Lutero no vio problema en dejarla. Donde si no perdonó fue en la carta a los Hebreos.
El capítulo siete del segundo libro de Macabeo presenta una bella historia, de 7 hermanos que mueren torturados por no postrarse y adorar a un rey. Lo bello de esta historia es ver la fe de estos hermanos en la promesa de la resurrección de los muertos. Cada uno muere torturado confiando en la recompensa eterna. Pasando al Nuevo Testamento, Hebreos 11, 35 dirá: “las mujeres recibieron a sus muertos por la resurrección. Algunos fueron torturados, rehusando aceptar ser liberados, para poder levantarse nuevamente a una vida mejor" (Heb 11, 35). James Akin (evangélico converso) en su escrito sobre el tema[19] recapitula los hechos donde el Antiguo Testamento protestante muestra a hombres torturados y nunca hacen alusión a la esperanza de la Resurrección[20]. Lutero debió haber leído este pasaje y haberse acordado de Macabeos, y como no estaba de acuerdo con lo que este deutero enseñaba, libremente decidió también llamar a la Carta a los Hebreos: APÓCRIFA.
El primer libro de los Macabeos, según el Talmud babilónico, era usado en la fiesta de las Encenias o purificación (hanukkah) con el texto 1 Mac 4, 36-adelante[21].
Es lamentable ver a Lutero buscar reformar los errores de la Iglesia Católica mientras él a su libre albedrío quitaba libros de LA PALABRA DE DIOS, sólo porque no iban de acuerdo con sus doctrinas. Cuantos evangélicos desconocen estas cosas.
Eclesiástico: Este libro fue escrito por Jesús Ben Sirá(180 A.C) y traducido por su nieto al griego(135 A.C). Recopila muchos pensamientos y consejos de sabios. Exalta el valor de la sabiduría, y toca muchos temas de interés para todos. Hay algo curioso con este libro, si en verdad la Iglesia lo puso para defender algo. La Iglesia enseña que la unidad del Cuerpo de Cristo, que somos todos, incluye a la Iglesia militante, que somos los vivos, la Iglesia purgante que están ya salvos pero en proceso de la santificación final, y la Iglesia triunfante, que están en la presencia de Dios. Además, creemos que podemos orar por los difuntos, y que los santos pueden interceder por nosotros. Entonces vemos un pasaje de este libro: “El muerto no puede ya alabarle y merecer la vida eterna” (Eclo 17, 18).
Con un sentido protestante, esta cita demostraría que los que no están vivos no pueden orar ni alabar a Dios. Lo que quiero mostrar es que estos libros NO LOS IMPUSO la Iglesia para defender nada, los puso porque son obra del Espíritu Santo. El texto anterior es utilizado para desmitificar “la Comunión de los Santos” e incluso de libros protocanónicos sacan citas parecidas.
También se podría mirar una cita parecida a la de Tobías en eclesiástico 3,32: “El agua apaga el fuego ardiente, y la limosna expía los pecados”. (Eclo 3,32)
Pero cabe preguntarnos si realmente lo que borra los pecados es la sangre de Cisto, ¿Por qué el autor de la 1 carta de Pedro escribe?: “el amor borra los pecados” (1 Pe 4, 8). ¿Será que dudaremos hoy de la carta de Pedro por esta frase?
Miremos las citas de este libro que pueden ser tomadas en otros libros: “No seas hablador en el concurso de los ancianos, ni repitas en tu oración o amontones las palabras” (Eclo 7,15).Comparémoslo con (Mt 6, 7)
“Pues al modo que en el fuego se prueba el oro y la plata, así los hombres gratos a Dios se prueban en la fragua de la tribulación” (Eclo 2, 5-6). Comparar con (1 Pe 1, 7)
“Perdona a tu prójimo cuando te agravia, y así cuando tu implores el perdón, e serán perdonados tus pecados” (Eclo 28, 2).Comparar con (Mt 6, 14).
“Escucha con sosiego lo que te dicen; a fin de que lo entiendas, y puedas dar con prudencia una cabal respuesta”(Eclo 5, 13).Comparar con (Sant 1, 19)
“Venid a mí todos los que hallais presos de mi amor, y saciaos de mis dulces frutos”(Eclo 24, 26). Comparar con (Mt 11, 28)
Que cada lector analice y le pida el Espíritu que lo guíe hacia la verdad.
Sabiduría: Este libro al igual que Eclesiástico nos presenta una serie de consejos y pensamientos acerca de la sabiduría. Fue escrito fuera de Israel, razón por la cual los judíos de Palestina decidieron excluirlos de su Biblia. Se ve muy marcado el pensamiento helénico pero su contenido es bello. Este libro de seguro pensarán los protestantes que la Iglesia lo colocó para defender algo. La verdad es que este libro dedica varios capítulos a atacar la idolatría, de la cual tanto nos acusan. Lo mejor para la Iglesia hubiera sido excluirlo, sin embargo lo dejó. Miremos un pasaje: “Pues la invención de los ídolos fue el origen de la idolatría, y su hallazgo la corrupción de la vida, porque ni los había en el principio, ni los habrá siempre.” (Sab 14, 12-13)
El texto menciona que los ídolos no durarán para siempre, pero lo raro es que según los protestantes, los católicos somos idólatras y llevaríamos dos mil años haciéndolo. De todos modos este libro nos ayuda aclarar en verdad la diferencia entre lo que la Iglesia enseña como veneración y la verdadera adoración.
“Y así hacían traer desde lejos los retratos de aquellos a quienes podían los hombres honrar personalmente por estar distantes y exponían a la vista de todos la imagen del rey a quien querían tributar honores, a fin de reverenciarle con su culto, como si estuviere presente. La extrema habilidad del artífice atrajo también a los ignorantes a este culto; porque deseando complacer al que lo hacía trabajar, empleó todos los esfuerzos del arte, para sacar mas al vivo la imagen. Con esto embelesado el vulgo, con la belleza de la obra, comenzó a calificar por un dios al que poco antes era honrado como un hombre” (Sab 14, 17-20).
Como se observa en el último verso, honrar a alguien como hombre NO ES IGUAL a adorarlo como dios, ya que esto último podría suceder posteriormente, como lo indica el texto. El texto usa palabras como “reverenciar, tributar honores, honrar”NUNCA dice adorar, ya que esto solo se da a Dios. Muchos de los enredos que tienen los protestantes por no entender la diferencia entre veneración y adoración es por culpa de no tener en su Biblia, la verdadera revelación de Dios.
Ahora, miremos algunas referencias del Nuevo Testamento en este libro:
“Por tanto recibirán de la mano del Señor el reino de la gloria y una brillante corona; los protegerá con su diestra, y con su santo brazo los defenderá. Tomará la justicia por coraza, y por casco el juicio infalible. Alzará por escudo impenetrable la rectitud.” (Sab 5, 17.19-20) Comparar la idea con (Ef 6, 14)
“Como que es el resplandor de la luz eterna, y un espejo sin mancilla de la majestad de Dios, y una imagen de su bondad. Y con ser una sola lo puede todo; y siendo en sí inmutable, todo lo renueva, y se derrama por todas las naciones” (Sab 7, 26-27). Comparar con (Heb 1, 3)
“Juzgarán a las naciones y señorearan a los pueblos, y el Señor reinará con ellos”(Sab 3, 8). Comparar con (1 Cor 6, 2)
Judith. El libro de Judith es mas que todo una novela que realza el valor de fe de esta mujer para librar a su pueblo. Es en una forma figurada, una imagen de María, ya que por su fe, Israel fue librado. Esto de María es razón suficiente para que un protestante rechace este libro, pues sabemos qué papel dan a la madre que Jesús nos dejó. En este libro no han encontrado puntos doctrinales para atacar, mas sin embargo, miremos que relación existe entre Judith y María.
“Porque te has portado con varonil esfuerzo, y has tenido un corazón constante; porque has amado la castidad, y no has conocido otro varón que tu difunto marido; por esto también la mano del Señor te ha confortado, y por lo mismo serás bendita para siempre” (Jud 15, 11).
Lo que se resalta es que a Judith se le llame bendita para siempre si se compara con (Lc 1, 28. 42). A Judith la bendicen los hombres pero a María la bendice Dios.
Otro texto de Judith (histórico) que se ilustra en el Nuevo Testamento es: “Al contrario, aquellos que no sufrieron las tentaciones con el temor del Señor, sino que manifestaron su impaciencia y prorrumpieron en injuriosas murmuraciones contra el Señor, fueron exterminados por el ángel exterminador, y perecieron mordidos por las serpientes”. (Jud 8, 26-27). Comparar con (1 Cor 9-10).
Baruc. Este corto libro que toma mensajes sobre la deportación y habla del destierro, no tiene ningún conflicto doctrinal ni bíblico, por eso es ignorado por los protestantes a la hora de atacar los deuterocanónicos.
De todos modos, el libro ¿Qué es la Biblia?[22] presentará una cita de Baruc como muestra de ser una profecía falsa:
“Llegados, pues, a Babilonia estaréis allí muchísimos años y por muy largo tiempo, hasta siete generaciones; después de lo cual os sacaré de allí en paz”. (Bar 6, 2)
Parece ser que lo que el libro critica es la expresión “siete generaciones” que indicaría mucho mas tiempo que lo que Israel duró en el destierro; pero la realidad es que Baruc está tomando cada generación de diez años.
Este libro de Baruc era leído en el día de la Expiación según testimonio de las Constituciones apostólicas[23].
Además de estos siete libros, existen fragmentos de Esther y de Daniel que los judíos palestinense no admitieron. En todo caso, la Septuaginta no coloca estos fragmentos como apéndices separados, razón por lo cual, ellos reconocían su valor canónico como parte del texto original.
Ver segunda parte: La época de Jesús
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